Que es la Mastitis?

La mastitis es una inflamación de la glándula mamaria o la ubre. La mastitis en las vacas lecheras es causada por infecciones de la ubre, generalmente como resultado de bacterias introducidas durante el proceso de ordeño o por contacto ambiental. Los ejemplos incluyen contaminación del equipo de ordeño, personal de ordeño, contaminación por estiércol o compartimentos sucios.

La mastitis ocurre cuando la ubre se inflama porque los leucocitos, o células somáticas, se liberan en la glándula mamaria en respuesta a la invasión del canal del pezón, generalmente por bacterias.

Estas bacterias se multiplican y producen toxinas que dañan el tejido secretor de leche y varios conductos de la glándula mamaria.

Los leucocitos elevados, o células somáticas, provocan una reducción en la producción de leche y alteran la composición de la leche. Estos cambios, a su vez, afectan negativamente la calidad y cantidad de los productos lácteos.

Se pueden administrar antibióticos para tratar la mastitis en vacas lecheras, pero cuando una vaca recibe antibióticos, debe estar claramente identificada y su leche debe desecharse adecuadamente durante un período de espera obligatorio hasta que el medicamento haya desaparecido del organismo de la vaca. Este proceso es para asegurar que ningún antibiótico termine en su leche. Sin mastitis, la vida de todos los productores de leche y la vida de las vacas sería mucho más fácil. Dado que existe la mastitis, los productores deben saber cómo manejarla para seguir siendo rentables y mantenerse en el negocio.

¿Cómo prevenir la mastitis?

La mastitis es un problema complicado y costoso para el ganadero. No se dispone de soluciones sencillas para su prevención. Algunos aspectos están bien entendidos y documentados en la literatura científica.

La prevención de la mastitis se basa en los siguientes principios científicamente probados:

1. Cree un ambiente limpio y sin estrés para las vacas. Para una producción de leche óptima, la oxitocina se estimula mejor en un entorno libre de estrés para las vacas. Comenzar con un puesto y una sala limpios disminuirá la presencia de bacterias que causan mastitis.

2. Retire todos los sólidos y limpie los pezones. La limpieza de los pezones antes de colocar la máquina de ordeño es un paso muy importante para evitar que las bacterias ingresen al canal del pezón durante el proceso de ordeño. Los organismos ambientales como Streptococcus uberis, Streptococcus dysgalactiae y los coliformes (E. coli, Klebsiella y Enterobacter) se encuentran en el suelo y el estiércol, que llegan a los pezones. Estos contaminantes deben limpiarse y las bacterias deben eliminarse antes de colocar la unidad de ordeño. Si no es así, siempre existe una gran posibilidad de que las bacterias entren en el pezón durante el proceso de ordeño!

El agua es un vehículo excelente para transferir o transportar bacterias, así que use agua para lavar solo los pezones muy sucios y las paredes laterales inferiores de la ubre. Cuando deba usar agua, minimice la cantidad utilizada y mantenga el nivel de presión del agua en un nivel bajo.

3. Examine la ubre. Busque pezones agrietados, agrietados y sangrantes. Examine y marque las puntas de los pezones. No use pezones o puntas de pezones agrietados, agrietados o sangrantes.

4. Utilice baños de pezones antes del ordeño probados y eficaces. Los baños de pezones reducen la cantidad de bacterias en los pezones y, por lo tanto, ayudan a reducir la cantidad de infecciones.

5. Utilice correctamente el equipo de ordeño. Todo el personal que utilice el equipo de ordeño debe estar capacitado sobre cómo colocar, ajustar y quitar correctamente (si es necesario) la unidad de ordeño.

6. Controle el proceso de ordeño. El uso adecuado de las máquinas de ordeño es una parte importante de la rutina de una sala de ordeño o un establo de ordeño, además de un componente importante de un programa de manejo de mastitis.

Asegurarse de que el personal utilice las máquinas correctamente y siga el protocolo de bioseguridad, esto es importante para vacas sanas y una finca en buen estado.

El control y la prevención de la mastitis es claramente alcanzable, pero requiere diligencia y la adopción de las mejores prácticas.